Las pantallas táctiles se instalan hoy en día generalmente en puntos de venta, así como en escuelas y oficinas. Disponen de una superficie sensible a la presión, de manera que son capaces de transmitir órdenes a un ordenador integrado al tocar la superficie, permitiendo la interacción entre el ordenador y la superficie táctil. Además de presentar un diseño táctil, algunas pantallas pueden equiparse posteriormente de manera opcional con un un accesorio Overlay.