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La principal diferencia radica en el amplificador:
Los altavoces activos tienen un amplificador incorporado y pueden conectarse directamente a la fuente de señal. Por lo tanto, están listos para su uso inmediato y son una solución sencilla "plug-and-play".
Por el contrario, los altavoces pasivos no tienen un amplificador incorporado. Siempre requieren un dispositivo independiente, como un amplificador o un receptor AV, que se coloca entre la fuente de señal y los altavoces.
Depende del tipo de altavoces que tenga.
Los altavoces activos tienen un amplificador incorporado y se conectan directamente al proyector o al ordenador portátil a través de un cable HDMI o jack de 3,5 mm.
Los altavoces pasivos, por el contrario, requieren siempre un amplificador externo, que se coloca entre la fuente de señal y los altavoces. A continuación, el amplificador transmite la señal de vídeo al proyector a través de un cable HDMI.
Puede conectar sus altavoces Bluetooth de forma inalámbrica a proyectores compatibles con Bluetooth.
Los proyectores con altavoces integrados pueden ser una solución práctica, sobre todo cuando la movilidad o la falta de espacio son un factor importante. Sin embargo, suelen tener poca potencia y sólo ofrecen un volumen limitado. Si desea una gran calidad de sonido, deberá conectar un altavoz externo o una barra de sonido.